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viernes, 14 de agosto de 2020
El adiós a una ilustre matrona. Dilia Camelo de Pava por William Calderón Zuluaga
Dilia Camelo de Pava, junto a su hijo Humberto Pava Camelo
.La Barca de Calderón se suma al duelo que embarga a una de las familias más preciadas de la radiodifusión colombiana por la sensible desaparición de la respetable matrona Doña Dilia Camelo de Pava.
Había nacido en Honda, Tolima, el 7 de abril de 1928. Es decir, murió antes de cumplir 88 años. Tuvo 9 hijos, y casó con el ex embajador y senador, Jaime Pava Navarro, también tolimense.
Ella fundó con el senador, Aliños Sancho, una empresa familiar increíble, que se desarrolló en todo el Tolima Grande y en Cundinamarca.
Pero su gran apoyo, fuera de levantar una familia muy unida, fue en la creación de la Cadena Súper. Realmente fue una batalla titánica para lograr lo que hicieron realidad. Ambos conservadores de pura cepa, libraron cada instante para hacer firme sus convicciones en medios tan respetados. Varios de sus hijos, con su apoyo, hicieron radio y política: Humberto, Álvaro, Henry (qepd), Ernesto y Juan Carlos, hoy luchando contra un cáncer de páncreas.
Doña Dilia acompañó siempre al senador, también falleció, en sus campañas políticas en Tolima y el país, nunca lo desamparó. Era una verdadera escudera.
Ambos brillaron en el servicio diplomático: fueron pareja de embajadores en República Dominicana, Panamá y Australia. La carrera diplomática la volvió una persona más casera. Las embajadas, siempre tenían al día las delicias de los tamales, la lechona y demás. Tuvo fama de gran anfitriona.
Era una obsesionada de la panadería, creó Pan Tolima, con seis sedes en la capital. Sus productos bandera, Pan de Mija, Pan de aquella, bautizados con música por otro desaparecido, el gran maestro Jorge Villamil, quien les hizo a los esposos Pava Camelo una bella canción. Fueron verdaderamente uña y mugre.
Fue tan noble que recibió en el hogar de sus hijos con el senador a dos hijas, extramatrimoniales, y les entregó cada derecho y opción, como si las hubiera concebido ella. Una verdadera mamá. A la última, inclusive, le dio su apellido, ya que la madre de esa chica había fallecido.
Doña Dilia rezaba para que todo fuera bueno en la Radio. El notable comentarista deportivo Oscar Restrepo Pérez trae esta remembranza: “Cuando se marchó Pastor Londoño, y nos quedamos con el Mundialista Sergio Ramírez, llenó de veladoras toda la emisora, y creo que sirvió, porque la sintonía nunca decayó; al contrario, creció. Ella era muy devota. Una persona cariñosa y sencilla.
Humberto, su hijo mayor, la destaca como una verdadera colombiana, orgullosa de su tierra Honda y de todos los lugares del departamento del Tolima. Un golpe muy duro fue cuando murió Henry ,quien por algunas imposibilidades físicas y de movimiento, ella lo adoraba. Henry fue una persona sin complejos, pero le despertaba un tremendo cariño a doña Dilia.
Sufrió y gozó; era amante de la música, las fiestas, y la fotografía.
Doña Dilia Camelo será recordada toda la vida, por los que la conocimos y disfrutamos como un ser Humano desprendido y sin ambiciones.
¡Que el Señor la tenga en su Santo Reino!
(19 de febrero de 2016).
Tomado de; https://www.eje21.com.co/2016/02/el-adios-a-una-ilustre-matrona/