El ingeniero Alfredo D. Batemán nació en Bogotá, el 14 de enero de 1904, en el hogar formado por don Alfredo Batemán Ospina y doña Blanca Sofía Quijano Ibáñez. Don Juan Federico Batemán Dudley, su abuelo paterno, nació en la ciudad de Dudley, cerca de Birmingham, Inglaterra, el día 26 de julio de 1847; estudió ingeniería y vino a Colombia a trabajar en el ferrocarril de la Dorada y en las ferreríasde Subachoque. Aquí se casó con Carmen Ospina, nacida en Honda, y tuvieron varios hijos: Manuel, Eduardo y María, entre otros. Don Francisco Quijano Esguerra, su abuelo materno, se casó son doña Mercedes Ibáñez Tovar, nacida el 21 de octubre de 1888, y quien a su vez era nieta de Vicente Ibáñez Arias, hermano de las célebres Nicolasa y Bernardina, conocidas como las Ibáñez.
Alfredo Dudley Batemán Quijano nació en el seno de esta familia como el hijo mayor del matrimonio, al que luego vendrían Blanca y Beatriz. Inició sus estudios formales en el Colegio San Gabriel, a la edad de ocho años y realizó sus estudios secundarios en el Instituto de la Salle, donde se graduó como Bachiller en Matemáticas el día 15 de noviembre de 1927. El bachillerato de aquel entonces estaba dividido en dos módulos de enseñanza con énfasis distintos según la elección vocacional del joven. Aquellos que deseaban estudiar Derecho o Medicina debían estudiar el bachillerato con énfasis en Filosofía y Letras y los que optaban por la ingeniería debían cursar el bachillerato con énfasis en matemáticas.
Realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Matemáticas e Ingeniería de la Universidad Nacional. En aquel momento no había en Colombia más facultades de ingeniería que la de Minas en Medellín y la del Cauca. En Bogotá existía además el Instituto Técnico Central, que antes que una facultad de ingeniería era una escuela de artes y oficios a cargo de los Hermanos Cristianos. En 1932 el entonces Ministro de Educación, Julio Carrizosa Valenzuela, cerró este último instituto y trasladó sus instalaciones a la Facultad de Matemáticas e Ingeniería, donde Batemán cursó el quinto y sexto año de ingeniería. Terminó materias en 1933 y posteriormente trabajó durante un año como lo disponían las normas para poder optar el título. Según la reglamentación una vez terminados los cursos el estudiante debía tener un promedio de cuatro y trabajar durante un año para recibir el grado, en caso de que el promedio fuera inferior, el estudiante estaba en la obligación de realizar una tesis. El doctor Batemán optó el título de Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia el día 26 de junio de 1935 con la tesis titulada: “Condiciones acústicas de las edificaciones”. Su director de tesis fue Arturo Jaramillo Concha y los jurados Carlos Arteaga Hernández (el mono), Darío Rozo y Alberto Borda Tanco.
De sus años de universitario recordaría más tarde que los dos primeros fueron muy buenos y los cuatro siguientes muy difíciles, debido a las penurias económicas que tuvo que afrontar su familia, tras la muerte de su padre en 1930.
La vida profesional de este ingeniero se inició en 1933, cuando se vinculó al Ministerio de Obras Públicas para participar en los trabajos de construcción del nuevo acueducto de Bogotá, en el tramo que va desde la Regadera hasta la Planta de Vitelma. En ese cargo permaneció durante seis meses llevando a cabo las tareas topográficas. Luego se desempeñó como ayudante de transportes del ferrocarril Girardot-Tolima-Huila y después como jefe de estadística de la misma obra. En 1935 formó parte del equipo de trabajo de la sección de conservación del plano del municipio de Bogotá. Trabajó como ingeniero de la Sección Sanitaria del Departamento Nacional de Higiene en 1936 y como ingeniero ayudante de la Sección de Ingeniería Sanitaria en 1937. En 1938 fue promovido al cargo de ingeniero subjefe de la Sección de Obras de Asistencia Social del Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social. Al año siguiente fue nombrado director del Departamento de Bienes y Comercio del Misterio de Obras Públicas, siendo Ministro de Hacienda Carlos Lleras Restrepo. Entre 1942 y 1945 fue Secretario General de Obras Públicas y paralelamente ejerció el cargo de gerente en la empresa privada Peter & Cía. En 1949 se vinculó al Instituto de Crédito Territorial, organismo en el cual ocupó la Subgerencia en 1957 y la Gerencia 1958. En 1952 fue ingeniero subjefe de las firmas Utah Construction Company y Utah Co. of the Americas.
Dirigió la cátedra de ingeniería legal en la Facultad de Matemáticas e Ingeniería desde 1948 hasta su muerte; en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana desde 1957 hasta su muerte; en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Santo Tomás desde 1969 hasta 1978; en la Facultad de Ingeniería Geográfica de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, entre 1969 y 1971, y en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Católica de la Salle desde 1970 hasta 1972. También enseñó matemáticas en la Escuela de Administración del Gimnasio Moderno y matemáticas financieras y econometría en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Fue director de la revista Anales de Ingeniería entre 1937 y 1968
Fue designado miembro numerario de la Sociedad Colombiana de Ingenieros en 1936, de la Academia Colombiana de la Lengua en 1961 y de la Academia Colombiana de Historia en 1969. En el extranjero fue nombrado miembro correspondiente de la American Society of Civil Engineers, de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y de la National Geographic Society de Washington.
Mereció el Premio “Diodoro Sánchez” en dos ocasiones, en 1954 y 1973; la primera vez por su trabajo sobre el Observatorio Astronómico de Bogotá, y la segunda por la publicación del libro “Páginas para la historia de la ingeniería Colombiana”. En 1962 fue galardonado con la Orden al Mérito Julio Garavito y en 1970 con el Premio “Lorenzo Codazzi”, por el trabajo titulado “Vocabulario geográfico de Colombia”.
En reconocimiento a sus méritos el gobierno nacional le concedió en 1978 la Orden de Boyacá, en el grado de comendador, y en 1985 la Pontificia Universidad Javeriana le confirió la Orden Universidad Javeriana, en el grado de caballero. En este último año recibió la Medalla Francisco José de Caldas, máxima distinción otorgada por la Sociedad Colombiana de Ingenieros.
Por sus destacados servicios diplomáticos como cónsul de la República Dominicana en Colombia, el gobierno dominicano lo nombró oficial de las Órdenes Heráldicas de Duarte, Trujillo y Colón.
Tras su muerte ocurrida, el 27 de mayo de 1988 en Bogotá, varias instituciones le rindieron sentidos homenajes y destacaron su figura como muestra de consagración al estudio de la ingeniería. Póstumamente fue condecorado por el gobierno colombiano con la Gran Cruz de la Orden al Mérito “Julio Garavito” y fue nombrado director emérito de los Anales de Ingeniería y profesor emérito de la Pontificia Universidad Javeriana.
BIBLIOGRAFÍA
1966. “Patriota, Sabio y Mártir”. Letras Nacionales. Aedita Ltda. Sep-Oct.
Documentos de Archivo. Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
1983. “Primeros estudios de ingeniería en Colombia”. Revista Javeriana. Bogotá. No. 4. Separata.
Rev. Acad. Colomb. Cienc. “Nuestros colaboradores”. (Sobre Alfredo D. Batemán). Bogotá.9(38): 48.
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Tomado de:
http://www.accefyn.org.co/sp/A_Bateman.htm
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