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EL WILLYS DE MI PAPA
En este carro aprendí a manejar, a percibir el paisaje, a disfrutar el recorrer los campos temprano muy temprano acompañando a mi papá a recoger la leche que después vendíamos de puerta en puerta.
Aprendí que todos cabemos aunque seamos 10 más todos los perros que completan nuestra manada.
Aprendí que no importa que hubiera que empujarlo y que el agua se entrara … y ahora que lo veo tan descachalandrado lo recuerdo, y pensando que cada una de las latas retorcidas es un pedazo de mi vida y de nuestra historias. cada reparación tienen la huella de una aventura …..ahora pienso en lo mortificado que Él podría estar de no podernos ofrecer más que ese pedazo de aire con ruedas, pero en mi recuerdo es mejor que la carroza de La cenicienta, y en este instante le agradezco todos los paseos, las montañas, los ríos, los lagos y el tiempo todo el tiempo que compartí con mi padre en esos rincones que han hecho de mí una niña feliz de tierra caliente..
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Febrero 5 de 2021. Tomada del Facebook de Flor Angela Devia
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